En realidad son más de diez, porque en algunos casos se trató de grupos de asesinos seriales. En cualquier caso, decirles ‘personas’ estaría errado, porque sus actos fueron tan crueles y despiadados que no podrás creer que alguien haga tanto daño, con tal grado de maldad. Estos asesinos han sido hombres, mujeres, parejas, amigos, hermanos, o en solitario, culpables de cientos de muertes en Latinoamérica. La mayoría ya murieron o están encerrados, solo uno continúa libre y es un peligro.

 

1.”El Chalequero” (México)
Francisco Guerrero Pérez fue el primer asesino en serie del que se tiene registro en México y curiosamente fue durante la misma época en la que Jack el Destripador también cometía sus crímenes, entre 1880 y 1908.

Fue nombrado por la prensa de la época como el “Barbázul mexicano“, el “Destripador mexicano o del río Consulado“, y como el “Degollador del río Consulado“. Asesinó a 21 mujeres, las cuales violaba estrangulaba o decapitaba.

5.  “El Ángel de la muerte de Río de Janeiro” (Brasil)
Abraão José Bueno es un enfermero que mató a 15 bebés. Los envenenó con  sedantes, en 2005, en Rio de Janeiro.

Era enfermero y trabajando en las salas de niños les inyectaba sedantes, causando que dejaran de respirar para luego llamar a los médicos mientas él”intentaba salvarlos”. Este hombre padecía una necesidad patológica de llamar la atención y por eso provocaba las crisis respiratorias a los niños para así luego poder ser un “héroe”. Logró revivir a tres bebés.

Fue capturado en 2005 y condenado a 110 años de prisión.

6.”El Padrino y la Madrina de Matamoros” (México)
Adolfo de Jesús Constanzo y Sara Aldrete fueron una temible dupla de asesinos, narcotraficantes y líderes de una secta satánica.
Los  “Narcosatánicos” asesinaron a por lo menos 13 personas en sacrificios rituales, en varias ciudades del sur de Estados Unidos y el norte de México, desde  1980 hasta 1989.

Adolfo era el líder de una secta, donde hubo más personas involucradas en sus crímenes. De hecho, cuando estuvo acorralado por la policía, decidió no ir a prisión y le ordenó a uno de los discípulos que le disparara.

Mientas que Sara Aldrete  fue capturada y se declaró inocente. Fue sentenciada a purgar una condena de más de 600 años de prisión por su participación en el culto, los secuestros y los asesinatos.

7. Las Poquianchis (México)

Este era el nombre de un grupo de cuatro hermanas asesinas, las más letales de México. Oficialmente mataron a 91 personas, pero se cree pudieron ser más de 150 víctimas,  entre 1950 y 1964, principalmente en la ciudad de Guanajuato, México.

Las 4 hermanas de la familia González Valenzuela: Carmen, María de Jesús, Luisa y Delfina, eran dueñas de varios burdeles en Guanajuato y Jalisco, sus víctimas fueron en su mayoría prostitutas a su servicio aunque también asesinaron a clientes y bebés de las mujeres esclavizadas.

Carmen murió antes de que fueran capturadas,  Delfina y María Luisa murieron en prisión y María de Jesús fue la única que falleció en libertad.

8. “Los Psicópatas de Viña del Mar” (Chile)
Jorge José Sagredo Pizarro y Carlos Alberto Topp Collins fueron excarabineros, que asesinaron a diez personas y violaron a seis mujeres en Viña del Mar.

Esta dupla de asesinos atacaban generalmente parejas: a los hombres los asesinaban y violaban a las mujeres.

Los asesinatos se llevaron a cabo entre 1980 y 1985, en Viña del Mar, por medio de arma de fuego. Los atraparon en  de 1982 y fueron las últimas personas ejecutadas por la justicia chilena en 1985.

9. Walter De Giusti (Argentina)

Este psicópata  mató a cinco mujeres, una de ellas estaba embarazada, 3 eran ancianas y dos de éstas eran las abuelas del famoso músico, Fito Páez.

Los asesinatos ocurrieron en dos ocasiones distintas en un lapso de una semana en el año 1986 en Rosario. Di Giusti asesinó en compañía de su hermano, con quien golpeaba y acuchillaba sus víctimas.

Durante el juicio se evidenció que Di Giusti  era  un bajista frustrado con una actitud altamente envidiosa contra el músico Fito Páez, a quien había conocido cuando estudiaban de niños.Di Giusti se declaró culpable el 24 de agosto de 1987 fue condenado a reclusión perpetua, pero murió de SIDA EN 1998.